Tarta de queso, plátano y dulce de leche

Entre dietas, prepara el salón de Getxo y la pereza que me da fotografiar las poquitas cosas apetecibles que  cocino, tengo esto un poco abandonado. Así que he decidido tirar del material que tengo fotografiado y guardado en el pc y no he subido al blog por pereza. Porque si, cocino muchísimo más de lo que publico. Alginas cosas no salen como para publicarlas. La mayoría no les saco foto y algunas sí que las fotografío pero luego, por falta de tiempo, se quedan olvidadas en un rinconcito del disco duro. Tengo algunas recetas buenísimas que es una pena no compartir, como esta. Una riquísima tarta de queso, plátano y dulce de leche. ¿Quién puede decir que no a eso?

Base:
250 grs de galletas tipo digestive
70 grs de mantequilla

Crema:
4 plátanos muy maduros
30 ml de zumo de limón
700 grs de queso de untar
6 huevos
150 grs de azúcar moreno

Cobertura:
Dulce de leche

Forramos el molde de la tarta con papel de film y aluminio, para asegurarnos de que no entrará nada de agua durante el horneado

Picamos la galleta y mezclamos con la mantequilla. Forramos la base del molde con esta pasta y lo metemos en la nevera

Ponemos el horno a precalentar 180º. Ponemos a calentar una cazuela.

Pelamos y machacamos los plátanos con un tenedor, hasta obtener un puré. Exprimimos los limones y agregamos el zumo a los plátanos.

Por otro lado, batimos el queso hasta que quede bien cremoso. Añadimos el azúcar y los huevos.

Añadimos el puré de plátano y batimos hasta que todo esté bien integrado.

Sacamos el molde de la nevera y vertemos la masa sobre la galleta. Verter el agua caliente en una fuente para horno más grande que el molde de nuestra tarta. Con cuidado, introducir la tarta en la fuente. El agua debe llegar hasta la mitad de las paredes del molde aproximadamente. Hornear durante una hora. Tener en cuenta que esto no es un bizcocho. ¡No vale la prueba del palillo para ver que está hecho!

Sacar el molde del horno y lo dejamos enfriar. A continuación meter la tarta CON el molde en la nevera unas horas. Lo mejor es dejarla toda la noche.

Para servir, desmoldamos la tarta, echamos por encima una ración generosa de dulce de leche y decoramos con unas rodajas de plátano.