domingo, 23 de julio de 2023

Ensalada de langostinos y mango con vinagreta de queso

Tras casi un año desaparecida, vuelvo a la carga. Desde que desapareció el grupo de Desafío en la Cocina no tengo la "obligación" de subir una receta al mes, y siempre busco una excusa para "publicar otro día". Bien, ese día ha llegado e intentaré que no vuelva a pasar otro año. Ideas para publicar tengo muchas, pero lo que me falta es tiempo...

Así que vuelvo con una receta sencilla, pero con un sabor muy bueno y diferente gracias a la vinagreta de queso. Además es perfecta para estas fechas, en plena ola de calor, cuando no apetece pasar mucho tiempo en la cocina y una ensalada fresquita entra de maravilla


Ingredientes  (en mi caso para 4 personas como entrante)

Vinagreta

Dos cucharadas de queso batido

Una cucharada de mostaza

Un chorrito de zumo de limón

Sal

Ensalada

Mezcla de lechugas (las que vienen ya preparadas es bolsa son perfectas si queremos trabajar poco)

Un puñado de tomates cherry

Medio mango

Una docena de langostinos cocidos


Vamos a empezar por la vinagreta. En un tarro que podamos cerrar ponemos todos los ingredientes. Cerramos y agitamos bien hasta que todos los ingredientes queden integrados. Guardamos en la nevera

Ahora vamos con la ensalada. Pelamos los langostinos y partimos el mango. En un plato o fuente ponemos la mezcla de lechugas



A continuación repartimos los tomates cherry, los langostinos y el mango

Por último echamos por encima la vinagreta y ya tenemos la ensalada  lista



martes, 9 de agosto de 2022

Tarta arcoiris

¡Buenas! Esta es mi primera receta desde que dejamos el grupo de Desafío en la cocina. Me hubiera gustado publicar antes, más vale tarde que nunca! Lo peor es que la tarta está hecha desde hace un mes pero, por una cosa o por otra, no la había publicado. Es tradición que (casi) cada año mi hermano le haga una tarta a su novia por su cumple y al final, acaba siendo regalo de los dos. Ya hecho hecho casi de todo, tarta de decoración de fondant, de kitkat, oreo, un par de drip cakes..pero esta en concreto no, asi que decidimos ponernos a ello. La presentación por fuera no es muy bonita ya que íbamos con poco tiempo. Si queréis que quede mejor deberíais hacer un poco más de crema de queso de la que sale en la receta, dar la primera capa, meterla en la nevera hasta que se enfríe y dar una segunda capa que tape por completo el bizcocho de manera que por fuera quede totalmente blanca. La presentación no es de lo mejor que he hecho pero está muy buena. El bizcocho queda super esponjoso y no necesita almíbar. Las tartas arcoiris suelen llevar relleno o cobertura de nata, pero a mi me gusta bastante más la crema de queso, y no me arrepiento del cambio. En principio la tarta iba a ser de cinco pisos, pero al final me salió masa para 6 y pusimos el bizcocho sin teñir como si fuera el amarillo, pero para que quede más bonita, merece la pena teñirlo.

Para teñir recomiendo colorante alimentario en gel o pata, nada de tinte líquido. Se obtienen colores mucho más intensos y no alteran la textura del bizcocho



Ingredientes para una tarta de 6 pisos de 15 cm:

Bizcocho:

4 huevos L
350gde azúcar
120ml de leche
380mlde aceite de oliva suave o de girasol (es el que suelo usar)
210g de harina
15g de levadura química
Una cucharada de esencia de vainilla
Una pizca de sal

Crema de queso (interior y recubrimiento)

150gde mantequilla a temperatura ambiente
300g de azúcar glass
200g de queso de untar frío

Pasos

Yo he usado mi amasadora K-mix, pero se pueden usar unas varillas eléctricas. Batir los huevos y el azúcar a velocidad media hasta que la mezcla empiece a blanquear y aumente el tamaño. En este punto, cuanto más batamos y más aire entre a la mezcla, mas esponjoso quedará el bizcocho. Bajar la velocidad e incorporar la leche con la vainilla. Incorporar el aceite y seguir batiendo hasta que quede una mezcla homogénea.
Tamizar la harina y juntar con la levadura y la sal. Incorporar poco a poco y a velocidad baja. Seguir batiendo lo justo para que se mezclen bien todos los ingredientes. Aquí es importante batir lo justo y a velocidad baja-media.
Pesamos la masa y la repartimos en 6 boles. Teñimos cada bol con un color: rojo, naranja, amarillo, verde, azul y morado. Los colorantes en gel o pasta tiñen mucho, por lo que no es necesario usar mucha cantidad. 
Ahora toca hornear. En mi caso tengo tres moldes de 15 cm, por lo que sólo he necesitado hacer dos tanda. Si sólo tenéis un molde...os recomiendo comprar varios :D


Pero como ya es tarde para eso, toca armarse de paciencia. Forrar el molde con papel de cocina, verter la masa de uno de los colores y hornear con el horno precalentado a 180º durante 40-45 minutos o hasta que lo pinchéis con un palillo y este no salga pegajoso

Esperar unos 10 minutos a que el bizcocho se temple un poco, ya que si está muy caliente se puede romper. Desmoldar y dejar enfriar en una rejilla. No os preocupéis si veis que los colores has quedado apagados y de un tono que no se parece en nada a lo que debe de ser, es sólo la corteza y cuando lo cortemos para nivelarlo, veremos el color como debe de ser.

Hornear y dejar enfriar todos los bizcochos. Es mejor que estén bien fríos porque es un bizcocho bastante esponjoso, que se rompe fácilmente.

Ahora toca nivelarlos. Para esto cortamos el copete de cada bizcocho con un cuchillo de sierra intentando que quede recto y que todos tengan la misma altura. Hay mucha gente que usa liras, pero yo tengo estos niveladores que me parecen super prácticos


Ahora toca la crema de queso
Batimos la mantequilla con el azúcar a velocidad máxima hasta que esté muy bien integrado, para que no queden grumos. Yo utilizo la pala, no las varillas. Mi esclavo tiene tapa. En caso de que el vuestro no tenga recomiendo tapar el bol con un trapo para que el azúcar no salga volando al empezar a batir. Cuando la mezcla esté esponjosa y, vuelvo a repetir, perfectamente mezclada, añadimos el queso. Empezamos batiendo a velocidad media un par de minutos y luego seguimos batiendo a velocidad alta. Batir tanto tiempo como sea necesario para que la mezcla quede consistente y sin grumos

Ahora vamos con el montaje. Será más fácil si tenéis un plato giratorio, aunque no es estrictamente necesario. Ponemos un poco de crema de queso en el cartón que utilizaremos como base para que el biscocho se quede un poco pegado y no se mueva. Colocamos el primer bizcocho, en este caso el de color amarillo. A continuación extendemos una buena ración de crema de queso por todo el bizcocho. Es fácil que la espátula se llene de migas, así que para no manchar la crema que hay en el bol yo uso dos espátulas, una para poner la crema en la trata y otra para extenderla. Colocamos el siguiente bizcocho, capa de crema de queso, así hasta acabar con todos los bizcochos. Ahora toca forrar los laterales. extendemos la crema y alisamos con la espátula.


Como habréis visto el bizcocho se desmiga con mucha facilidad y mancha la crema de queso, por lo que es prácticamente imposible dejar la tarta bonita en una sola pasada. En mi caso no tenía tiempo porque mi hermano se tenía que llevar la tarta en 1 hora, pero si se hacen las cosas como Dios manda, ahora meteríamos la tarta en la nevera un par de horas, para que la primera capa de crema se endurezca, y daríamos una segunda capa para tapar la capa de migas. Por último decoramos con unos fideos de azúcar. En mi caso me encontré con el problema de que no sabía cómo hace para poner los fideos sin inclinar la tarta, algo imposible una vez montada, por eso tiene tan pocos fideos. Si alguien sabe cómo se hace, porfa, dejádmelo en los comentarios


viernes, 20 de mayo de 2022

Cavity cake de te matcha y frambuesa

Este es un día de celebración y a la vez es un día triste. Este mes celebramos 10 años del grupo Desafío en la cocina. Se dice fácil, pero es mucho tiempo, muchos desafíos y, sobre todo, mucho esfuerzo para las organizadoras. Por eso también es una despedida. Este va a se el último reto del grupo. Por eso esta celebración tiene un gusto agridulce. En este grupo he conocido a gente estupenda, he aprendido un montón de recetas y ha sido un empujoncito para no tener el blog abandonado. Pero todo lo bueno se acaba, y creo que no hay mejor manera de acabar que celebrar por todo lo alto este décimo aniversario. la propuesta de este mes era una cavity cake. Resumiendo, es una trata con un hueco, con uno o varios tipos de relleno. El hueco se puede dejar a a vista, como en mi caso, o tapar con una capa de bizcocho y decorar por encima. 




La receta es una mezcla de cosas que me gustan y que me pareció que podían quedar bien y la verdad es que he acertado de pleno. Iba a haber hecho una mouse de matcha, pero vi por internet esta crema con chocolate y queso y me pareció estupenda, todo un acierto. La mezcla del amargor del te matcha con el dulce del chocolate queda perfecta. Las frambuesas le dan un toque ácido muy bueno. Para el bizcocho imprescindible utilizar cacao 100% sin azúcar. Nada de preparados. Esto le da un sabor intenso a cacao que no se puede lograr de otra manera. Para no estar el día entero en la cocina yo hice el bizcocho la víspera. Además así da tiempo a que se enfríe y es más fácil manipularlo sin que se rompa. Vamos con la receta


Ingredientes para un molde de 18 cm

Bizcocho

125g de huevo (2 huevos L)
175g de azúcar
60ml de leche
190ml de aceite de oliva suave o de girasol (es el que suelo usar)
180g de harina
30g de cacao puro
7g de levadura química

Relleno

Mermelada de frambuesa
200g de crema de queso
200g de nata
3 lámina de gelatina
100g de chocolate blanco
3 cucharas de postre de te matcha (yo uso un cazo de medir infusiones, que viene a tener la capacidad de una tsp)

Decoración

La mitad de la crema del relleno
Frambuesas

Pasos

Mientras hacía la tarta me despisté y se me olvidó sacar fotos. Intentaré explicar los pasos lo mejor posible.
Empezamos por el bizcocho. Yo he utilizado mi amasadora, pero también se puede hacer a mano o con las varillas de la batidora.
Batimos los huevos y el azúcar a velocidad media hasta que la mezcla empiece a blanquear. Bajamos la velocidad e incorporar la leche. Incorporar el aceite y seguir batiendo hasta que quede una mezcla homogénea.
Tamizar la harina y juntar con la levadura y el cacao. Incorporar poco a poco y a velocidad baja. Seguir batiendo lo justo para que se mezclen bien todos los ingredientes.
Precalentar el horno a 180º. Forrar un molde de 18 cm con papel de horno y verteremos la mezcla. 
Cuando el horno haya alcanzado la temperatura, introducimos el molde.
Hornear entre unos 40 minutos, hasta que al pinchar con un palito, este salga limpio. Sacar del horno y dejar enfriar en una rejilla

Cuando esté bien frío hacemos el agujero del centro. Yo usé un aro de emplatar. Apretamos bien hasta el fondo y sacamos el aro con el bizcocho del centro. 

Sacamos el bizcocho del aro con cuidado de que no se rompa, ya que ahora tenemos que cortar una rodaja de un dedo de grosor que volveremos a poner dentro del bizcocho. Como imaginaréis, esto no se puede mover sin que se desmonte, así  que ponemos el bizcocho con la rodaja que hemos recortado en el plato en el que vayamos a servir la tarta. Ahora ponemos una capa generosa de mermelada de frambuesa.

Vamos con la crema de matcha. En primer lugar ponemos la hojas de gelatina a remojo para que se ablanden. Con 10 minutos suele ser de sobra, por si acaso mirar las instrucciones. 

Ponemos en un cuenco el chocolate blanco partido en trozos y la nata. calentamos en el microondas a intervalos de 30 segundos. Sacamos, removemos y volvemos a calentar hasta que el chocolate esté totalmente disuelto.

Por otro lado, mezclamos en un cuenco la crema de queso y el te matcha. Escurrimos las hojas de gelatina y las ponemos al fuego con dos o tres cucharadas de agua. Calentamos hasta que la gelatina se disuelva, pero que no llegue a hervir. Añadimos al queso y mezclamos muy bien. Por último añadimos el chocolate y la nata y seguimos batiendo hasta obtener una crema homogénea. Seguramente será bastante liquida, pero no hay problema, pata eso está la gelatina. Rellenamos el hueco de la tarta con la crema. Debería de sobrar la mitad, que utilizaremos para la decoración. 

Para esto introducimos la crema sobrante en la nevera y esperamos a que cuaje, por lo menos dos o tres horas. Pasamos la crema a una manga pastelera y utilizamos una boquilla rizada para la decoración. En mi caso utilicé dos, una más ancha para el círculo interior, luego puse otro círculo de frambuesas y usé una boquilla rizada estrecha para rellenar los huecos entre las frambuesas. Para rematar he espolvoreado la crema con una mezcla de matcha y azúcar glasé. 

Ya sólo queda la mejor parte...comérsela!

Como todos los meses, no olvidéis visitar el resto de recetas del desafío. Siendo una fecha tan importante seguro que vamos a encontrar un montón de recetas espectaculares 

miércoles, 20 de abril de 2022

Cupcakes de mango y naranja con crema de mascarpone

Este mes es muy especial. Estamos de aniversario. ¡Si, nada más y nada menos que 100 desafíos! Yo no he hecho tantos porque no llevo desde el inicio del grupo, pero no andaré muy lejos...Y para celebrarlo, el desafío de este mes es ¡cupcakes! Para algunos "esas magdalenas con algo por encima". Pero nada más lejos de la realidad. Un cupcake, como su nombre indica (pastel en taza) es un pastel pequeñito. Así que tanto el bizcocho como la crema pueden ser de cualquier cosa. Y también los podemos hacer rellenos, como mis cupcakes selva negra. así que me parece una idea perfecta para celebrar un aniversario. La decoración más sencilla es hacer un copete con una boquilla rizada, pero ya que hace siglos que no toco la manga pastelera, he decidido hacer unos cupcakes florales. ¡Además estamos en primavera!


Para el bizcocho quería hacer algo diferente, porque mis recetas favoritas ya están publicadas. La mezcla de mango y naranja me pareció muy fresca y la verdad es que el resultado no defrauda. La crema de queso siempre la hago con queso de untar, pero nunca consigo que me quede lo suficientemente consistente para darle forma con la manga, así que decidí probar con mascarpone, que al tener más grasa, debería quedar más consistente. El resultado podéis verlo en las fotos. Eso si, si tenéis las manos calientes como yo, es probable que a mitad de la decoración la crema empiece a perder consistencia y la tengáis que meter un rato en la nevera

Ingredientes

Para unos 18 cupcakes

Cupcakes

2 huevos

150g de mantequilla a temperatura ambiente

200g de azúcar

260g de harina

1 mango maduro

Zumo y ralladura de 1 naranja

7g de levadura en polvo

Crema de mascarpone

250g de mascarpone

180g de azúcar glasé

1 cucharadita de pasta de vainilla

Colorante alimenticio en pasta en gel en color rosa y azul

Decoración

1 boquilla rizada cerrada (2D Wilton)

1 boquilla de hojas (352 Wilton) aunque yo hubiera usado una un poco más grande de haberla tenido

2 mangas pasteleras

Pasos

Batimos la mantequilla con el azúcar. Separamos las yemas de las claras de los huevos y añadimos las yemas a la mezcla

Pelamos y troceamos el mango. Lo pasmos por la batidora hasta obtener un puré lo más fino posible. Lo agregamos a la masa. Añadimos la harina tamizada mezclada con la levadura  poco a moco, removiendo lentamente, hasta que quede perfectamente integrada. Añadimos el zumo y la ralladura de naranja y seguimos batiendo.

Montamos las dos claras a punto de nieve y las añadimos a la masa mezclado con una espátula suavemente. 

Utilizamos una bandeja para cupcakes. Colocamos moldes de papel para cupcakes en la bandeja y los rellenamos aproximadamente 2/3. Yo utilizo una cuchara de helado llenándola bastante, que tiene la medida perfecta. Horneamos en el horno precalentado a 180º durante unos 25 minutos o hasta que la pinchar con un palillo, este salga seco.

Dejamos reposar 10 minutos y los pasamos a una rejilla para que terminen de enfriarse.

Ahora pasamos a la crema. Quitamos todo el suero que tenga el mascarpone. Añadimos el azúcar y la vainilla y batimos a velocidad máxima hasta que tenga una textura cremosa. Dividimos la crema en dos partes. De una de las partes apartamos dos cucharadas generosas.

Teñimos una parte de rosa y la otra de azul. Las cucharadas que hemos reservado las dejamos en blanco. El colorante en gel tiñe mucho, por lo que solo hace falta echar unas gotitas. Yo suelo utilizar un palillo de madera que meto dentro del bote de colorante y luego lo unto en la crema y remuevo bien, hasta obtener un color uniforme

Ahora vamos con la decoración. Para las flores rosas utilizamos la boquilla de hojas. Rellenamos la manga y hacemos un círculo de pétalos por el exterior del cupcake. El truco está en echar bastante crema pero no estirar mucho, para que los pétalos queden gorditos. Vamos haciendo círculos hasta llegar al centro del cupcake. Para rematar ponemos la boquilla en vertical y hacemos un par de pétalos


Para las hortensias he querido hacer dos tonos, blanco y azul. Si os parece muy complicado (de verdad que no lo es) podéis hacerlos sólo en azul. Para estos cupcakes utilizamos la boquilla rizada. Montamos la manga pastelera. Hacemos una raya con la crema pastelera blanca a cada lado de la manga (¡por dentro!) Con cuidado de que la crema blanca quede pegada a las paredes de la manga, la rellenamos con la crema azul. Vamos haciendo círculos concéntricos de pétalos. Si queda algún hueco, podemos rellenarlo con otro pétalo. En este caso los pétalos se hacer apoyando la boquilla verticalmente sobre el cupcake y apretamos para que salga la crema, dejamos de apretar y entonces levantamos la manga, no antes. Si queremos dar un aspecto más natural podemos dar un leve giro de muñeca al levantar la boquilla


Mis cupcakes rosas llevar además un polvo plateado que da un color muy  bonito. las mariposas están hechas con fondant blanco teñido y un cortador en forma de mariposa. Todo esto es opcional. Quedan más bonitos, pero yo creo que no merece la pena gastarse el dinero si no son cosas que tienes por casa, como es mi caso

Podéis ver aquí el retos de desafíos. Como amante de los cupcakes, seguro que encontraré más de una receta para mi lista to-do





domingo, 20 de marzo de 2022

Hamburguesa de queso de cabra y verduras

 Este mes toca una receta bastante sencilla, hamburguesa o nuggets. Pero no nos dejemos engañar. Aunque no sea algo complicado de hacer, hay mil y una maneras de hacer una hamburguesa, y no tienen nada que ver una con otra. En principio yo había pensado hacer una con aguacate, que ya he probado varias vecer y con unas lonchas de bacon y queso queda buenísima. Pero al final mi madre me convenció de que, al ser una fruta que está muy de moda, seguro que alguien más hacía una hamburguesa con este ingrediente. Así que he hecho una que suele hacer ellas y que es cierto que creo que va a ser más difícil que coincida con la receta de alguna compañera.

La diferencia entre una hamburguesa hecha con una buena carne a una normalita es abismal, por lo que yo no recomiendo comprar carne picada envasada, que lleva de todo además de carne. Yo suelo ir a la carnicería y pedir carne de ternera, que tiene poca grasa. 




Ingredientes para 4 personas:

4 panes de hamburguesa. Yo he comprado un pan rústico

640 g de carne picada (160g por persona)

Queso de cabra

1 cebolla

1 calabacín

Setas variadas 

Salsa de curry-mango (opcional)

Aceite

Sal y pimienta

Pasos:

Cortar la cebolla en juliana y poner a pochar con un chorrito de aceite y un poco de sal en una sartén a fuego medio durante unos 15 minutos. La cebolla debe quedar de un tono dorado clarito y bastante blanda, tener cuidado de que no se queme.
Cortar el calabacín en rodajas y añadir a la sartén junto con las setas. Dejar al fuego otros 10 minutos o hasta que el calabacín y las setas estén tiernos

Salpimentamos la carne, hacemos una bola y la aplastamos con forma de círculo (lo que es una hamburguesa de toda la vida. La ponemos a la plancha en una sartén con un chorrito de aceite. Las cocinaremos a fuego medio alto, por ambos lados dejándolas un poco al gusto de cada uno. A mi me gusta que no sangre pero que tampoco esté demasiado hecha, así que la dejo unos 4 minutos por cada lado.
Tostar el pan. No es realmente necesario, pero a mi me parece que ese toque crujiente mejora mucho la hamburguesa. Cortar 4 rodajas de queso de cabra (o las que sean necesarias para cubrir el pan) y poner sobre el pan de abajo. A continuación poner la hamburguesa. Por último poner las verduras. Aquí hace falta una gran habilidad para poner una ración de verduras generosa sin que se nos desmonte todo. Opcionalmente podemos añadir un poco de salsa curry-mango que le da un toque muy bueno. Per ojo, sólo un poco o matará todo el sabor del resto de ingredientes.
Ya sólo queda poner en práctica ese arte de comer la hamburguesa sin que se nos desmonte entera y acabar pringados

Ya se que siempre digo lo mismo, pero suelo hacer hamburguesas con cierta frecuencia y tengo muchas ganas de ver qué han hecho el resto de compañeras para tener nuevas ideas. También tengo curiosidad por ver recetas de nuggets, aunque al ir fritos y estar en proceso de bajar de peso, es algo que no creo que haga a corto plazo. Así que aquí os dejo el enlace al resto de recetas del desafío





domingo, 20 de febrero de 2022

Brazo gitano mimosa de crema de limón y merengue

 Otro mes en el que descubro un dulce nuevo. En esta ocasión teníamos que hacer una tarta mimosa (o una variante en cualquier otro formato). Para los ignorantes como yo, esta tarta es un postre italiano dedicado al día de la mujer. Esta tarta está inspirada en la flor de la mimosa (ya se que hay que ponerle un poco de imaginación) que para los italianos es el símbolo de este día de fiesta. Por lo que leído, en Italia en día de la mujer se suele regalar a la mujer un ramo de flor de mimosa. El formato clásico es una tarta redonda de varios pisos, rellena de crema pastelera. He estado a punto de hacer una tarta mimosa red velvet, ya que me pareció que tenía que quedar muy vistosa, pero en el último momento he cambiado de idea y he decidido hacer un brazo gitano en lugar de una tarta. Aunque parezca increíble, he hecho bastantes brazos gitanos salado, pero dulce sólo una o dos veces. También decidí cambiar el relleno por una crema de limón y fresas y cubrirlo de merengue. Ya se que es una combinación recurrente en mi blog...pero es que está tan bueno....Para la próxima prometo que hago la red velvet



Ingredientes:

Bizcocho

Tener en cuenta que hay que hacer dos, la plancha del brazo gitano y otro para hacer los cubos que imitan a la mimosa

4 huevos

100g de harina de trigo

100g de azúcar

Crema de limón

3 yemas

200 gr. de azúcar

El zumo y la ralladura de un limón

200 ml. de agua

75 gr. de maizena

75 gr. de mantequilla

Merengue

2 claras de huevo

200g de azúcar

1 pizca de sal


6-8 fresas


Pasos:

Esta receta no es complicada, pero tiene bastantes pasos, así que yo hice la crema de limón el día anterior. Podéis encontrar la receta en la entrada de mi tarta de limón y merengue

A continuación vamos con los bizcochos. batimos los huevos y el azúcar hasta que la mezcla blanquee y doble su volumen. Esto es importante para que quede un bizcocho esponjoso. Si tenéis una amasadora o similar, como yo, sólo hay que poner la pala y batir unos 5 minutos, si no, toca darle al brazo. Añadimos la harina tamizada poco a poco, removiendo lentamente hasta que quede bien integrado.

Forramos una bandeja de horno de 25x35cm con papel para horno con papel sulfurizado. Intentamos doblar bien en las esquinas, para que el bizcocho quede lo más rectangular posible. Extender unos 2/3 de la masa por la bandeja. Forrar otro molde, preferiblemente cuadrado o rectangular y extender el resto de la masa. Horneamos en el horno precalentado a 180º unos 12 minutos.

Volcamos la masa de la bandeja (la que vamos a utilizar para hacer el brazo gitano) encima de un trapo. Batimos la crema de limón con un tenedor, ya que si la habéis hecho el día anterior estará un poco dura. La extendemos por todo el bizcocho, llegando hasta los borde, que si no, es la parte que nadie quiere. Partimos las fresas en rodajas y las repartimos por encima de la crema de limón. 

Enrollamos el bizcocho con cuidado para que no se rompa. En mi caso sí que se rompió...aunque para este postre no es muy grave, ya que lo vamos a cubrir y no se va a ver

Ahora vamos con el merengue. Yo suelo hacer merengue suizo ya que queda bastante firme. pero tenía el día vago y me decidí por un sencillo merengue francés, que para cubrir el biscocho es suficiente. Batimos las claras con una pizca de sal a velocidad media. Cuando las claras comiencen a tener cuerpo, añadimos poco a poco el azúcar sin dejar de batir. Seguimos batiendo hasta que los granos se hayan disuelto y nos quede un merengue firme.

Ahora cubrimos el brazo gitano con el merengue. Por último partimos el segundo bizcocho en dados de aproximadamente 1 cm y los repartimos por todo el bizcocho. ¡Ya tenemos nuestro brazo gitano mimosa listo!

Como se admiten todo tipo de formatos y sabores, seguro que nos vamos a encontrar con una entrada muy variada. Así que no olvidéis visitar el resto de recetas del desafío. ¡Nos vemos el mes que viene!




jueves, 20 de enero de 2022

Pot pie de salmón y espinacas

 Este mes toca una receta de la que no había oído nunca hablar, pot pie. Es una especie de pastel procedente de Estados Unidos. Lo más típico es que esté rellena de carne, la más tradicional es de pollo, pero se pueden poner otros ingredientes. Como ya llevo un par de desafíos eligiendo la receta tradicional con pocas variaciones, esta vez me he liado la manta a la cabeza y he hecho relleno de pescado. 

Al ser un pastel con bastante relleno y además no ser muy compacto, se me desmontó tal que lo puse en el plato, por eso no hay foto del corte, pero quedó super bueno. Hasta mi hermano que no las tenía todas consigo se lo acabó todo



Ingredientes

1 hoja de hojaldre

500g de espinacas

500g de salmón

30 ml de aceite de oliva

30g de harina

200ml de leche

200ml de caldo de verduras (yo usé el caldo de hervir las espinacas)

Sal

Nuez moscada

Pasos

En primer lugar hervimos las espinacas en abundante agua. El tiempo depende de si son frescas o congeladas. Yo usé congeladas y se hacen en unos 12 minutos.

Mientras se hacen las espinacas preparamos la bechamel. Es importante que la leche y el caldo estén templados para que no se hagan grumos. Como a mi me suelen quedar, esta vez he probado otra técnica y la verdad es que me ha quedado perfecta.

Ponemos la harina, la leche y el caldo en el baso de la batidora y batimos hasta que quede bien mezclado. Ponemos el aceite a calentar en una sartén. Vamos añadiendo la mezcla de harina y leche poco a poco y mezclamos con un batidor. seguimos removiendo unos 10 minutos para que la harina se haga bien. Añadimos una pizca de sal y un poco de nuez moscada. 

Escurrimos bien las espinacas, las mezclamos con la bechamel y reservamos

Por otro lado, pasamos el salmón por la sartén. No hace falta que esté hecho del todo, pero si lo suficiente para poder desmigarlo fácilmente

Ahora vamos con el montaje. La receta se llama pot pie porque se utilizaba una olla de hierro. Hoy en día no es lo típico que uno tiene en casa, así que yo he usado un recipiente de cristal apto para horno. Primero ponemos las espinacas con la bechamel. 


Encima ponemos el salmón desmigado. 


Por último cubrimos con el hojaldre. Hacemos unos cortes para que pueda salir el vapor. Mi masa era cuadrad así que utilicé el sobrante para hacer unos adornos. Como iba con prisa están bastante torcido así que haced esto con tiempo para que os quede más bonito que a mi


Horneamos en el horno precalentado a 200º durante 15 minutos, hasta que el hojaldre quede un poco dorado


Esta receta admite un montón de variantes así que no olvidéis visitar el resto de recetas del desafío


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