De paso queremos aprovechar para dar las gracias a todo el personal sanitario que se ha dejado la piel en los días más difíciles de la pandemia, y a los que todavía les queda mucho trabajo duro por delante. En especial a nuestra desafiadora M.Luz, del blog Trasteando en mi Cocina
Como en todos los aniversarios, la receta es una tarta, en este caso una tarta helada. La verdad es que no tenía muy claro qué se considera una tarta helada, a parte de la comtessa de toda la vida. Y la verdad es que después de mucho mirar por internet, sigo sin tenerlo muy claro...he visto casi de todo con lo único en común que es meterla al congelador
Así que me he decidido por una tarta de queso y yogur con frambuesas. Que raro...yo haciendo tarta de queso y algo que lleve frutos rojos...Pero le he dado un toque un poco distinto añadiendo la piña. No quería algo muy engordante así que la tarta no lleva base, pero se le podría poner una de bizcocho o de galletas (yo hubiera tirado por esta última opción)
Como la tarta me ha tocado comerla sola, las cantidades son para un molde de 15cm.
Ingredientes
400g de yogur natural azucarado o edulcorado200g de queso de untar
150g de frambuesas
200g de piña. Yo he usado piña de lata bien escurrida
Pasos
Triturar con la batidora el queso de untar junto con la piña. Dejamos una rodaja para la decoración. Añadir esta mezcla al yogur y remover muy bien hasta que quede todo bien integrado.
Ahora vamos a añadir esta mezcla al molde. Para facilitar el desmoldado, puedes forrarlo con film. En mi caso he utilizado un aro extensible, así que el desmoldado no es tan complicado, sólo hay que agrandar el tamaño del aro con cuidado de no romper los laterales. Para esto lo más fácil es utilizar una espátula de silicona.
Reservamos unas pocas frambuesas para la decoración. Añadimos mas o menos un tercio de la mezcla y repartimos la mitad de las frambuesas. Añadimos otro tercio de la mezcla y la otra mitad de las frambuesas. Y para terminar, añadimos lo que queda de la mezcla
Por último la metemos en el congelador por lo menos unas 6 horas. Si la puedes hacer la víspera, mejor. Para consumir, es mejor sacarla una media hora antes del congelador, para que no esté como un bloque de hielo y la textura sea más suave. Una vez desmoldada, añadimos las frambuesas y la piña cortada en cachitos que habíamos reservado. Importante, una vez descongelada, la tarta no se debería volver a congelar. Si no la consumes de una vez, conservala en la nevera
Como hay tartas heladas para todos los gustos, colores y sabores, os animo a visitar el resto de recetas del desafío. Seguro que hay un montón de ideas muy diferentes y todas buenísimas
Wow!!!! delicioso ingrediente la piña... mi fruta especial. Me la apunto para el finde. Un muac
ResponderEliminarLo que te va a ti una tarta de queso!!! Eso si, lo de que los aniversarios siempre son tartas... NO! Yo recuerdo la corona salada que hicimos en el 2015 (creo)! El caso es soplar las velas! Un besote
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